El tratamiento oncológico también puede producir cambios en tus uñas. Por un lado se vuelven más frágiles, con mayor tendencia a romperse, y las infecciones se pueden desarrollar con mayor facilidad. Los siguientes consejos te ayudarán a cuidarlas y a evitar complicaciones:
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Evita cortar las cutículas. Es mejor retirarlas con un producto específico y con la ayuda del “palito de naranja”. A continuación aplica una crema de manos suave con un buen masaje.
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No uses la lima sobre manchas o estrías que pueden aparecer en las uñas.
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Consulta a tu médico si aparecen signos de infección como color oscuro o inflamación en los uñeros.
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Para utilizar esmalte debes esperar unas cuatro semanas desde la última sesión de quimioterapia o cuando lo indique tu médico.
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Recuerda que es aconsejable proteger tus manos con guantes para lavar los platos, labores domésticas, jardinería etc.
La fragilidad de las uñas se debe, en la mayoría de los casos a la pérdida de hidratación. Para evitarlo utiliza crema hidratante de manos de forma habitual y aplica una capa generosa antes de acostarte para combatir la sequedad.