El corrector disimula las ojeras, oculta enrojecimientos y manchas e ilumina el rostro. Hay correctores de distintas texturas (crema, líquido, compacto,...) y colores. Pregunta al experto en cosmética de tu punto de venta habitual para que te aconseje el más adecuado para ti.
- Escoge siempre un tono por debajo (más claro) que tu color de piel.
- Opta por un producto con textura enriquecida para evitar el desecamiento de la piel.
- Aplica pequeños puntos del corrector sobre las zonas con imperfecciones y da unos toques, sin extenderlo.
- Escoge colores rosados para neutralizar las manchas rosadas y azuladas. Los colores melocotón son más adecuados para las imperfecciones de tonalidad oscura, morada o marrón.
- Consulta a tu médico antes de aplicarte un corrector en las zonas tratadas o en proceso de cicatrización.