Cuando la piel está limpia es el momento de hidratarla. El tratamiento oncológico puede hacer que tu piel sea más fina y tenga mayor tendencia a secarse. Para mantener tu piel cuidada, bonita y confortable es importante hidratarla con regularidad.
- Durante el tratamiento es mejor utilizar una crema que una loción. Escoge la crema hidratante con la textura adecuada para tu tipo de piel. Es probable que necesites un producto más nutritivo que tu hidratante habitual.
- Es recomendable que la crema hidratante tenga un Factor de Protección Solar MUY ALTO, SPF 50+ para minimizar posibles reacciones de fotosensibilización. Sino deberás aplicarte el PROTECTOR SOLAR encima de tu hidratante.
- Aplica la hidratante en tu rostro tantas veces como lo necesites a lo largo del día, y nunca en menos de 2 ocasiones, por la mañana y por la noche.
- Cuida especialmente las zonas con mayor tendencia a deshidratarse como aletas de la nariz y comisuras de los labios.
- Aplica el producto con suavidad para facilitar su absorción, además puedes aprovechar para darte un masaje relajante.
- Aunque puedes usar el mismo producto por la mañana y por la noche te recomendamos utilizar una crema específica para la noche, pues tiene más poder nutritivo o regenerador.
- Añade a tu rutina facial el uso de una crema para el contorno de los ojos, de este modo cuidarás la sequedad, las ojeras y la hinchazón de párpados. Aplícala con suaves toquecitos sobre el hueso malar, evitando el párpado móvil donde no es necesario y podría provocar irritación ocular.